Arribista
¿Por qué será que la primera palabra que se nos viene a la cabeza cuando vemos a un yuppie es arribismo? Porque somos unos prejuiciosos. Estamos acostumbrados a meter en el saco de los malditos, al que le va bien. Nos incomoda ver a alguien bien vestido, a alguien con estilo, sobretodo cuando notamos que lo que lleva puesto no se lo compró precisamente en Chile.
Preferimos ver el lado superficial e imaginarnos que ese yuppie, debe ser una mala persona, un hueco, un inhumano que sólo quiere demostrar lo que es, a través de lo que tiene. Decir que todo yuppie es un arribista es un absolutismo que lo único que hace es delatar nuestra envidia e intolerancia, nuestro pensamiento pueblerino.
¿Por qué no reconocer que un “yuppie” es un aporte estético al patético y grisáceo mundo empresarial?
Por qué no mejor consideramos el trabajo, la dedicación y la sensibilidad estética que hay detrás de cada unos de esos detalles? Porque los verdaderos arribistas son los prejuiciosos, los resentidos, los que no se atreven.
lunes, 14 de enero de 2008
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